La digitalización de la producción y sus procesos requiere de una gran organización, e implica el establecimiento de redes industriales de comunicación y de sensores, así como de computadores globales y locales de control de la producción. El IoT y técnicas avanzadas como el desarrollo de gemelos digitales permiten la interacción de sistemas productivos reales con sistemas digitales. Además, el análisis de los datos obtenidos con algoritmos complejos (aprendizaje automático) permite detectar patrones e incrementar aún más el rendimiento productivo.